Cáp. 9 “Las estrellas de rock, Tienen modales?”

-Sofi!- Dijo Tom- Lo siento no sabia que hubiera alguien- Dijo bajando la mirada y con una sonrisa picara.
-Tom!-Dijo Sofi, y acto seguido lo abrazo- Hacia mucho que no te veía.
Tom seguía exactamente igual, con las mismas trenzas negras pegadas en su cabeza, con la ropa como cinco talles mas grande que el, con la misma imagen de Hipopero con el que lo había conocido.
-Oye, después de ese que nos visitaste no supimos mas de ti, que te sucedió?- Le pregunto Tom.
-Es una larga historia- Dijo Sofi mientras recogía sus cosas y seguía a Tom al mismo lugar donde estaban sus amigas.
Apenas entro en el cuarto se tropezaron con el mismo chico rubio que había entrado al baño sin golpear.
-TU!- Dijeron ambos chicos al mismo tiempo, mientras se señalaban.
-Se conocen?- Pregunto Tom mirando a Sofi.
-El es el que entro antes que tú al baño sin golpear- Dijo Sofi mientras se acercaba al chico.
-Como iba a saber si había alguien, si ese baño es para nosotros- Dijo el chico defendiéndose.
-Pero no costaba nada golpear- Argumento Sofi.
-Oigan- Salto Bill Que al pareces no se había percatado de la presencia de Sofi- De seguro era una fan que quería estar con alguno de la banda- Dijo Bill bromeando, con un trago en su mano.
Sofi se quedo perpleja con lo que había escuchado, no podía creer que había sido Bill quien hubiera dicho eso, de todos modos no lo conocía lo suficiente como para decir que le sorprendía esa actitud, pero igual ese comentario la había herido y mucho, Tom se tapaba la cara ante aquel comentario de su gemelo. El chico de rastas blancas camino hacia donde se entraba la fan y al ver a Sofi, soltó su trago, el cual cayó y se rompió en miles de pedasos.
-Sofi!, lo lamento, si hubiera sabido que eras tu no hubiera dicho nada de eso- Mientras la tomaba de los hombros, pisando los pedasos de vidrio con unas carisimas botas de cuero puntudas.
-No importa, esta bien- Dijo Sofi mirando al piso- De todos modos, no me habías visto…-Sofi estaba a punto de soltar una lagrima- Ah y lamento haberte gritado, tu tienes razón yo no tenia nada que hacer allí- Le dijo al chico rubio, dirigiéndose a el- Como tampoco tengo nada que hacer aquí- Mirando fijamente a los ojos de Bill. Se soltó de los brazos de Bill, sus amigas no lo dudaron y salieron tras ella, Lujan que al pareces su torcedura no era tan grave, salio caminando con la ayuda de Ana y Mailen. Sofi ya llevaba un buen paso, ya había llegado a fuera, apenas salio a fuera sin abrigo y sin nada, un viento frió le pego en el pecho y soltó una lágrima, se la seco y se dijo:
-Tonta porque lloras, el no se merece ni una lagrima, ni una sola-
Al instante llegaron sus amigas, se abrazaron y Ana le dijo:
-No te tenes que poner mal, el no se lo merece-
Sofi asintió con la cabeza y salieron a la calle. Pidieron un taxi y emprendieron rumbo hacia su barrio.
Al llegar a su casa Sofi, que ya había pasado por varias etapas luego de ese momento vivido, llego a la conclusión de que nunca mas volvería a hacer una locura por alguien, al menos por alguien que solo hubiera conocido solo un día. Se acostó en su cama y se durmió en un instante.
Al otro día, soleado y caluroso un típico día de primavera. La chica de pelo negro salio al balcón de su cuarto, miro el cielo, respiro el aire puro, se desperezo y bajo a desayunar, luego de un desayuno como el de todos los días, su madre la mando al centro de la ciudad a buscar unos papeles, la chica no se negó a ir, necesitaba aire y de terminar de despejar su cabeza.