Cáp. 15 “Primera parada Berlín”

Sofi subió junto con Lujan para comenzar a empacar, estaba tan ansiosa por el viaje fuera del país, no sabia que ropa llevar, metió todo lo que encontró que sea de lo mas decente posible.
-Lujan, esto es muy extraño, es verdad todo lo que pasa?- Le dijo Sofi a Lujan.
-Si! Nos vamos a un lugar súper genial!-
-Tu sabes donde?- Dijo Sofi mientras metía unas remeras a la maleta.
-Mmm quizás…- Dijo la chica.
-Anda dime! Quiero saber- Dijo Sofi.
-Es un secreto, ya te vas a enterar- Dijo Lujan.
La madre de Sofi junto a su padre llegaron para despedirse de su hija, sus hermanos la abrazaron y se despidieron, Sofi que le costo mucho despedirse de Mailen y Ana, estuvo a punto de derramar una lagrima, estaría tanto tiempo separadas de su gemela y su vecina, pero las dos semanas se pasarían rapidísimo, y estaría en casa para antes de navidad.
Sofi subió a la camioneta negra junto con Tom, Andreas y Lujan, estaba muy nerviosa, no sabia que es lo que pasaría, a donde iría, que era lo que mas le preocupaba. Tom noto los nervios de la chica y le dijo.
-No te preocupes, que a donde vamos, la pasaremos genial-
Hablaron todo el camino hasta el aeropuerto, parecía que todo estaba planeado, las dos chicas, siguieron a los chicos fueran donde fueran, hasta que ellos se encontraron con un hombre que los llevo a un avión privado.
El avión estaba lleno de todos los lujos, era pequeño pero era muy cómodo, Sofi se sentó uno de los comodísimos asientos y miro por la ventana, mientras se preguntaba que es lo que pasaría en esas vacaciones misteriosas, a donde la llevarían, que es lo que pasaría, y se preguntaba mas que todo, cuando vería a Bill.
Tom se sentó junto a ella y del otro lado estaba Andreas con Lujan que charlaron todo el viaje, Sofi hizo lo mismo con Tom, aunque después de unas horas se durmió, durante sus horas que durmió, Sofi tubo un sueño muy extraño. Ella estaba en un bosque parada, vestida con unos jeans, zapatillas deportivas, una musculosa y una campera con la capucha puesta, Sofi miraba alrededor tratando de encontrar a alguien, ella trataba de gritar pero no podía, podía ver su aliento pero no sentía frió, corrió por un lapso de tiempo y se encontró con una encrucijada, del lado izquierdo se encontraba Bill, vestido como un príncipe, un traje color azul marino, con detalles en dorado, de fondo se podía ver una carroza blanca, con un hermoso caballo del mismo color, el le tendió su mano para que pudiera subir, pero Sofi vio hacia el camino derecho, donde estaba Tom, vestido con un traje verde oscuro, vestido igual que Bill, de fondo se podía ver un castillo y se oía música, Sofi no sabia que camino elegir, en el momento que extendió su mano, la voz de un chico la despertó.
-Sofi, despierta bella durmiente ya llegamos- Dijo Tom.
Sofi se despertó y era de noche, miro por la ventana y no veía a nadie, ni un solo avión, la chica se puso de pie, bostezo y le pregunto al chico.
-Donde estamos?-
-En Berlín- Dijo Tom tomando unas cosas.
-Que? Pero mira como estoy vestida a fuera debe hacer frió, no tengo ni una campera- Dijo Sofi.
-Ten- Le dijo Tom mientras se sacaba una de sus camperas- Ponte esto, lamento no haberte avisado antes- Le dijo sonriendo.
-Gracias, no hay problema- Dijo Sofi que se ponía la campera del chico que le llegaba hasta las rodillas.
-Ponte la capucha- Le dijo Tom mientras llamaba a alguien por teléfono.
-Porque?- Dijo Sofi.
Pero no le contesto, detrás de ella, estaba Lujan, con una campera, y unos anteojos puestos, Lujan se le acerco y le dijo.
-No se porque pero ásele caso- Le dijo.
Sofi sin más preámbulos se puso la capucha, tomo la mochila que llevaba y hizo fila para salir del avión.
La chica se paro en la puerta para bajar y una brisa le causo escalofríos, Tom le dijo que se apresurara, Sofi corrió tras ellos y tras caminar varios pasos llegaron al interior del aeropuerto, recogieron las maletas y fueron otra vez a fuera para poder subir a un lujoso auto gris.
Tom condujo por unos minutos, a gran velocidad, Sofi y Lujan que iban en el asiento trasero se pusieron el cinturón de seguridad tan rápido como pudieron, después de un rato se acostumbraron a la velocidad y disfrutaron del paisaje que podían ver a través del los vidrios polarizados del auto del chico. Llegaron a una parte de la ciudad muy poco poblada por casa, Tom doblo a la derecha y entro a una que era muy grande, con un hermoso jardín y se veia con animales, porque se escuchaban ladridos de perros.
Las chicas salieron en el mismo instante en que Tom y Andreas también salían, la noche estaba leve, pero igual no era la mejor noche para usar un short, pero la calentita campera de Tom la cubría bastante.
Tomaron sus maletas y entraron, Tom se paro en frente de las chicas y dijo.
-Bienvenidas al estudio- Con una sonrisa.