Después de abrir las ventanas de la casa, de ventilar un poco el ambiente, ya que todo tenia ese olor a encierro, de que las ventanas, puertas y todo estuvo cuidadosamente bajo llave, sin que no entrara un rayo de sol, ni que el aire corra libremente por la sala, por los muebles, por cada rincón de la casa. Cuando terminaron de abrir las ventanas de la salo, Sofí y Flor fueron a ayudar a Bill y Tom a sacar las valijas del auto, se sentaron los cuatro en la sala, cansados de ir y venir, de poner, como pudieron la casa en orden, de que la casa pudiera respirar.
-Me canse…- Dijo Sofí.
-Si yo también… Ni en mi casa hago tantas cosas…- Dijo Flor.
-Todo lo hace tu mama no?- Dijo Tom.
-Si… y mi hermana…- Dijo Flor.
-No sabíamos que tenías una hermana…- Dijo Bill.
-Si y se llama igual que ella…- Dijo Flor señalando a Sofí.
-Entonces debe ser igual de loca que So…- Dijo Bill.
-No te creas… mi hermana le gana…- Dijo Flor.
-Jajá, si eso lo veremos…- Dijo Sofí.
-Si ya lo viste varias veces… y ella te sigue ganando…- Dijo Flor.
-Bueno… pero eso es mejor que lo decida otra persona…- Dijo Tom.
-Como quien?- Dijo Flor.
-Como yo…- Dijo el.
-Seguro… Que queres conocer a mi hermana?- Dijo Flor.
-Si, porque no?, ya conocí a tu madre…- Dijo Tom.
-Y ella te conoció muy bien a ti…- Dijo Sofí recordando el incidente del baño.
-Esas son cosas que pasan…- Dijo Tom riendo.
-Cosas que solo te pasan a ti Tom…- Dijo Bill.
Los cuatro siguieron charlando, muy entretenidos, Sofí se había quedado callada un rato, pensando, en algo que ya hacia tiempo estaba fuera de su cabeza, uno de los motivos por el cual había decido irse, para no sentirse mas observada, para no sentirse mas tensa, perdida, como se sintió en los meses que se quedo en Alemania; Bill se dio cuenta de que Sofí no hablaba nada, se acerco a ella y le pregunto:
-So… estas bien…-
Sofí lo miro y trato de sonreír:
-Emm, si estoy bien… creo que me agarro sueño… mejor voy a subir la valija y me voy a dormir…- Dijo Sofí.
-Quieres que te ayude?- Dijo Bill poniéndose de pie, Sofí se paro junto a el.
-No… esta bien… si quieres prepara algo para tomar algo así… de hablar se me seco la garganta jajá…- Dijo Sofí tratando de de disimular su preocupación.
-De acuerdo… segura?... te sientes bien?- Le pregunto Bill poniendo su mano en la frente de Sofí.
-Si… estoy muy segura… es el sueño… no te preocupes…- Dijo Sofí, fue a buscar su valija que estaba junto al el sillón donde Bill estaba sentado, la agarro y fue hasta la escalera, como pudo trato de subir las escaleras junto con la pesada valija, Flor fue a ayudarla, Sofí le dijo que si, las dos agarraron la valija y caminaron por el pasillo hasta llegar a la habitación donde Sofi había dormido, abrió la puerta lentamente, y los recuerdos volvieron, las risas, los llantos, el miedo, la preocupación; Sofí entro, abrió por completo la puerta, Flor entro, Sofí se quedo parada en la puerta, mirando todo, como si fuera la primera vez.
-Woow… es como estar en un hotel…- Dijo Flor mirando todo.
Sofí no dijo nada, solo miraba a Flor, sonrió y entro a la habitación, dejo la valija en la cama, y la abrió.
-So… voy a abrir las ventanas un poco, porque como que esta muy encerrado todo…- Dijo Flor yendo a la ventaba que estaba frente a la cama de Sofí.
-Si claro…- Dijo ella.
Flor abrió la ventana de par en par, y una hermosa brisa entro por la ventana, moviendo las blancas cortinas, Sofí miro en dirección a la ventana, pudo ver el enorme jardín, la hermosa vista, que antes no había notado, se acerco a la ventana y se paro junto a Flor, imito la posición de su amiga, las manos apoyadas en el marco de la puerta, disfrutando la brisa.
-Esto es tan hermoso…- Dijo Flor cerrando los ojos y sintiendo la brisa- Con razón te quedaste tanto tiempo… en un lugar así me quedaría toda la vida…
Sofí solo miraba el jardín, el enorme jardín, cerro los ojos un instante y tomo aire, dio un largo suspiro, soltando todo aquellos sentimientos negativos que no quería sentir.
-Ven Flor… vamos a buscarte un cuarto si?- Dijo Sofí sonriendo, ya sentía que volvía a hacer la misma.
-Bueno!- Dijo Flor muy contenta.
Las dos salieron de la habitación de Sofí, y caminaron por el pasillo, abriendo puertas y mas puertas, mirando cual seria el cuarto ideal para Flor.
-Quiero el que esta al lado del tuyo… tiene casi la misma vista al hermoso jardín…- Dijo Flor.
-Vallamos asi lo acomodamos un poco…- Dijo Sofi.
Abrieron la puerta, los muebles no estaban en el mismo lugar como los recordaba Sofí, pero definitivamente la chica pudo recordar el cuarto, era el mismo cuarto donde había encontrado una de las cartas que la atormentaban meses atrás, y que desde hacia ya tiempo no la molestaban mas, Flor entro muy entusiasmada, era perfecto para ella, Sofí se quedo en la puerta mirando el cuarto, movió su cabeza, tratando de olvidar aquellas cartas que habían vuelto a su cabeza, entro al cuarto y fue hasta la ventana, la abrió, y si la vista daba también al hermoso y enorme jardín de la casa, Flor se acerco y se asomo por la ventana, tomo aire y suspiro.
-Esto es mucho mejor que mi casa…- Dijo Flor.
Las dos comenzaron a reír, sacaron las sabanas de los muebles, y las doblaron, mientras que Sofi le sacaba una sabana a un enorme ropero color blanco, Flor sacaba una sabana de una silla que estaba junto a la cama, al sacarla pudo ver que había una carta, Flor se sorprendió, la tomo y leyó el reverso, pudo ver que estaba su nombre en ella; Sofi seguía de espalda doblando la sabana, Flor tomo la carta y la guardo en el bolsillo de su pantalón, muy nerviosa doblo la sabana y la tiro al suelo; Sofí hizo lo mismo con la sabana que había sacado; ella noto que Flor estaba muy callada, y se notaba que estaba preocupada.
-Flor… estas bien?- Le pregunto Sofí.
-Sisi… estoy bien… no te preocupes…- Dijo Flor tratando de sonreír.
-Bueno… vamos abajo… asi subimos tu valija y acomodamos todo…- Dijo Sofi con una sonrisa y caminando a la puerta.
-Dale…- Dijo Flor que seguía preocupada. “Que hace aca una carta… con mi nombre…” pensó Flor mientras miraba como Sofi caminaba a la puerta.
-Hey Flor… que te pasa? Vamos…!- Dijo Sofi.
Flor salió de sus pensamientos y fue junto con su amiga a la sala; donde ni Bill y Tom estaban, Flor se sento en el sillón, y Sofi fue a buscar a los chicos que estaban en la cocina. Flor noto que Sofi se había quedo en la cocina, podía escuchar como se estaban riendo, decidió sacar la carta del bolsillo de su pantalón, la abrió y leyó la única frase que estaba escrita: “De tal palo… Tal astilla… No te dejas llevar por las apariencias…”
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