Cáp. 5 “Los quiero volver a ver”

Llegaron al país ya casi amaneciendo, Sofi no se había percatado de nada, cuando despertó ya estaba de camino, estaba recostada en el asiento trasero, por un momento olvido completamente como se sentía, pero en ese momento lo recordó y volvió a ponerse triste, se incorporo se estiro y comenzó a mirar por la ventana, ya casi estaban por llegar a la ciudad cuando en ese momento, cuando pasaban por la entraba, los vio. No podía creerlo, pero los vio, era algo inexplicable, el cartel ocupaba mas o menos una habitación entera, era mucho mas grande que la de ella, en ese momento comenzó a gritar y llorar de alegría, no paro de mirar, a cada uno, en ese momento su padre para ante una larga fila, fue como si el destino quiera que Sofi se bajara para contemplar el enorme cartel, no lo dudo y bajo del auto cuando su padre comenzaba a andar.
-SOFIA QUE HACES?- Le grito su madre.
Sofi solo se encamino hacia el cartel y lo miro atónita y feliz. En ese momento, miro hacia la izquierda y reconoció a el chico que la había besado en la mejilla, era Georg, era parte de la banda, Sofi solo salto de alegría porque sabia que en menos en dos meses llegarían a su ciudad y podría verlos.
Dos largos meses pasaron para Sofi, esta ansiosa porque el día del concierto llegara, pero había un pequeño pero insignificante problema.
-COMO QUE NO CONSEGISTE LA ENTRADA MAMA?-Dijo Sofi- Dijiste que ya la habías comprado! QUE ESTUPIDA QUE SOY, TUBE QUE A VER IDO YO MISMA!- Grito la chica.
-Perdón pero el tiempo se me fue de las manos, estos meses pasaron muy rápido- Dijo su madre.
Sofi en su cabeza: “Rápido?? Como puede decir rápido!, fueron los dos meses mas largos de toda mi vida! Y ahora que voy a hacer, no tengo la entrada, no voy a poder verlos T_T”.
Ese mismo día la chica salio a dar un paseo por ahí, a despejarse un poco y poder pensar alguna brillante idea para poder entrar al concierto, primero pensó ir temprano y tratar de conseguir algún revendedor, pero eso era imposible, las entradas fueron vendidas absolutamente todas y había un estricto orden de entradas, todas marcadas imposible que allá revendedores, también pensó en tratar de entrar por algún lado, intentar entrar por algún huequito, pero desde muy temprano había gente merodeando, con pinta de seguridad por todos lados, se ve que tenían experiencias de a ver tratado alguna vez con fans escurridizas.

-Bien, parece que tendré que arreglármelas por mi cuenta- Dijo Sofi mientras emprendió el camino a casa, después de un largo tramo caminando, la chica llego a su casa. Apenas entro su madre la sorprendió con una ida al supermercado, aunque suene extraño, le encantaba ir a ese lugar y sabia que eso le levantaría un poco el animo, Sofi acepto de mala gana, pero por dentro comenzaba a sentirse un poco mas equilibrada.
Al llegar al supermercado, estaba algo desierto, no había mucha gente, eso era aun mejor, Sofi podría ir haciendo cualquier tipo de cosas sin sentirse observada, tomo un carrito y comenzó a seguir a su madre, mientras baila al ritmo de la típica canción de supermercados, pero esta era la mas cómica de todas, era la misma que usaban en los Simpson, así que eso la ayudo aun mas a levantar su animo.
Sofi se separo de su madre y comenzó a buscar algunas de las cosas que leyó en la lista de ella, al ritmo de “Sarapatintititi, Sarapatintititii” muy alegre fue saltando al sector donde estaban el shampoo, jabones de tocados y todo tipo de cosas para baño, era una dura decisión, Sofi amaba a su cabello, tarde un tiempo en decidir que shampoo debía llevar, hasta que se decidió por uno el cual parecía uno muy confiable (ya que su favorito estaba agotado) cuando lo tomo, sobre su mano apareció la de un chico, las uñas de color negro, con anillos y pulseras, Sofi dirigió la mirada hacia el chico y lo reconoció enseguida a pesar de los enormes anteojos de sol.