Cáp. 2 “El tiempo presente”

miércoles, 10 de junio de 2009

Sofía ya había llegado a sus 17 años, ya no recordaba nada del aquel viaje. Cursaba su cuarto año y espera con ansias las vacaciones de invierno, tenía muchas ganas de estar con sus amigas, pasear, dormir hasta las 11:30 y tantas cosas que extrañaba del verano.
Termino el día previo de las vacaciones de invierno, se despidió de sus amigas y llego a su casa, pero algo le pareció muy extraño, unas enormes valijas en la cocina, cajas con ropa de verano en la mesa del comedor, algo no olía bien, y esa misma escena la llevo a 2 años atrás cuando los sorprendieron a ella y sus dos hermanos con un vieja a un país y un lugar que nunca antes había ido.
-Mama para que son las valijas?- Le pregunto Sofi a su madre.
-Ya te voy a decir- Le contesto su mama.
-Anda mama! Dímelo de una vez, ya no tengo 12 años para que me ocultes la cosas- Le dijo impaciente.
-Que ya te voy a decir, ahí que esperar a tus hermanos- contesto su madre mientras llevaba una pesada caja.
-Ma…- Comenzó a decir Sofi- Si están pensando en volver a ir a ese lugar extraño que… no conozco a nadie… no pienso volver a ir!- Termino de decir, cuando su madre volteo y la miro con cara “que comes que adivinas”.
-No, no no no no… no quiero ir no pienso volver a pisar un avión!-
(…)
-No puedo creer que vallamos otra vez a ese lugar- Dijo Sofi enojada y sentada en un cómodo asiento de avión.
Viajaron un buen tiempo, Sofía ya no lo soportaba, iba de un lado para el otro mientras los demás pasajeros dormían placidamente.
Llegaron y otra vez el mismo recorrido que el de hace dos años y medios a tras. De repente la adolescente de un metro setenta rompió el largo silencia que guardaba desde su partida.
-Se puede saber porque Nahuel y Franco si podían quedarse con la abuela?-
-Porque ellos tenían partidos muy importantes en esa semana… era obligatorio que jugaran, aparte te vas a divertir…- Dijo su madre con tono consolador y empalagoso.
-Pero… yo soy la mayor es injusto que no me dejen quedar- Le contesto a su mama ya en tono suplicante y apunto de comenzar una escena de niña caprichosa.
-No se discute mas, ya llegamos y nos vamos a quedar una semana…- Dijo su madre, volviendo la vista hacia el camino.
-UNA SEMANA? Pee.. pee. Peeero… no me quiero quedar tanto tiempo- Contesto Sofi.
-Nos quedamos y punto, no se discute- Le dijo su padre en tomo de orden-
Sofi se tiro para atrás, se acostó ocupando todo el asiento trasero y se puso el Mp3, comenzó a sonar la canción Love In This Club, una de sus favoritas, cerro los ojos y se durmió.
(…)
-Sofi, despierta hija, que ya llegamos- Le dijo su madre dándole unos empujones para que se despertara.
- Había olvidado completamente que no estábamos en casa- Dijo mirando a su alrededor aquel paisaje casi olvidado.
-Hola! Tanto tiempo! Pasen pasen…- Dijo la misma señora que un par de años atrás tenia el pelo corto.
-“Los estabamos esperando”- Termino de decir Sofi.
-Sofi! Pero que grande y hermosa estas, deseguro tu novio no debió querer que vinieras- Le dijo la mujer dándole un abrazo.
-La verdad… yo… no tengo novio- Dijo Sofi muy tímida.
-Bueno pues, que afortunado será el muchacho que atrapes- Dijo la mujer tomándola de la barbilla.
-Si es que yo lo permito!- Dijo su papa intentando quedar como un gran padre que no deja que nadie se acerque a su pequeña princesa.
Pasaron a la casa, y en la mesa, haciendo unos dibujos, estaba haciendo dibujos un pequeño niño, Sofi no recordaba conocerlo o haberlo visto. Antes de que Sofi pudiera preguntar su nombre, su madre se adelanto y lo presento.
-Heliot, te presento a unos amigos- Dijo la mujer.
-Hola- Dijo el niño, mirando fijamente a cada miembro de la familia.
-Es nuestro vecino de junto, lo estoy cuidando mientras su mama viene de hacer unas compras- Dijo.
-Quieres dibujar con migo?- Dijo el pequeño, que aparentaba tener 6 años.
Sofi se quedo sorprendida, los niños normalmente no se le acercaban mucho, en general las niñas, Sofi tenia una extraña relación con los varones, ya que siempre jugaba con ellos a algún deporte. Sofi acepto encantada, le encantaba dibujar y el niño parecía muy bueno.
Comenzaron dibujando animales, bicicletas, niños jugando y todo aquello que dibujan los niño. Mientras tanto los padre de Sofi y la mujer de cabello pelirrojo charlaban bebiendo café.
-Toma este es para ti- Dijo Heliot.
-Ooh muchas gracias- Dijo Sofi tomando el dibujo, eran ellos dos, con el típico paisaje de un árbol, un sol y nubes.
Cuando en ese momento Heliot, en un pequeño descuido derramo su jugo.
-Lo lamento!- Dijo el pequeño.
-No importa, ya se va a secar- Le respondió, mientras trataba de quitar los dibujos y los lápices.
-Oooh, descuida, yo te daré una camiseta, ven sígueme- Dijo la mujer, parándose y caminando muy decidida, llevando a la chica a las rastras, mientras la empujaba por la espalda.
-Peer…- Comenzó a decir Sofi.
La guió por un pasillo no muy largo y doblo a la derecha. Entro en una habitación. Y comenzó a decirle.
-Mira quizás…- Dijo mientras revolvía un poco el placar negro- Esta te quede bien.
Le dio una camiseta color tirando a un gris, con un nombre que decía SPLIT.
-Anda pruébatela y después dame tu camiseta así la cuelgo para que se seque- Dijo la mujer mientras se iba del cuarto a la sala.
-Que raro, porque simplemente no creyó que traía ropa, voy a quedarme acá una larga semana- Comenzó su monologo Sofi mientras se ponía la remera.
Le quedaba a la medida, algo ajustada, remarcando su cintura, pero para ella estaba bien.
Fue a la sala y le entrego la camiseta a la dueña de casa, la mujer al verla exclamo.
-Pero si te queda a medida-
-Gracias… yo…- Comenzó a decir.
-Quieres dar una vuelta?, pues bien anda, quizás encuentras algunos chicos o chicas de tu edad- La interrumpió la mujer.
-Emm, esta bien…- Dijo Sofi y acto seguido salio a la calle.

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